Un inicio, una despedida y el comienzo... [PRIVADO]

por Eiri Baskerville Sáb Mar 17, 2012 4:04 am

LONDRES, INGLATERRA

En una propiedad casi olvidada por aquellos nobles que habitaron alguna vez ese castillo, se encontraba la joven ejerciendo ya casi por costumbre sus deberes sobre el estudio de la magia, denominada así mismo como un milagro elemental para la clase de cualquier mago que emprendiera la tarea de estudiar eso que era desconocido para muchos e incluso un mero sueño inexistente. Alejada de cualquier contacto humano a excepción de sus padres y algunos sirvientes, una mujer yacía perezosamente en el suelo junto con su vestido blanco holgado sin forma alguna que ofreciera una vista de su silueta con pequeños tirantes que apenas le sujetaban.

La luz parecía infiltrarse con lentitud en la única ventanilla de la torre anunciando un nuevo amanecer, descubriendo así todo el desorden ocasionado por la pelinegra: libros, pociones, prendas, artículos variados que no tenían nada que ver con la escena pero aun así se encontraban desperdigados en el suelo.

Lilith… la luz.–mencionando con debilidad su extremidad derecha se alzaba con dificultad para cubrir sus parpados y no ser molestada en su siesta. La frialdad del piso como el de la mañana no parecía incomodarle, simplemente quería pasar el resto de su día tumbada y no ser interrumpida con un asunto como el de regresar a leer páginas que simplemente llegaba a aprenderse de memoria. Nadie respondía a su llamado, simplemente era esa chica en la habitación; sin embargo, insistió por seguir nombrándola hasta que su capricho fuera cumplido.

…??

¿Acaso ninguna de ustedes puede atenderme apropiadamente?, necesito descansar, si no descanso no puedo mantenerlas y si no puedo mantenerlas entonces desaparecerán.

{ ……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………… }

No, no hay nadie más.. les pedí a mis padres que este día no enviaran a nadie a cuidarme. Así que tendrán que hacer las pequeñas tareas ustedes mismas…

{ SILENCIO }

¿Qué?..

Por supuesto que no, ahora apresúrense, tengo mucho en lo que concentrarme como para solucionar sus tontos conflictos y diferencias entre ustedes.

El sonido del silencio parecía propagarse de tal manera que la habitación en la torre se inundaba con el recorrido del viento que llegaba hasta la entrada y hacía volar unos cuantos papeles. Rodándose ligeramente sobre el piso se levantaba con cara de pocos amigos, frustrada y fastidiada mientras algunas cosas a su alrededor parecían flotar, cambiando su sitio hasta llegar al lugar que les correspondía.

Así esta mucho mejor.

Propagándose un ligero calor en su mano derecha tomo su muñeca sintiendo un dolor que antes no había experimentado, como si en ello varias punzadas inmovilizaran su músculo y articulaciones- Hmmm.. no recuerdo haber hecho nada para que… -observando fijamente leves quemaduras se plasmaban formando de manera legible unas marcas, ninguna otra que pudiera reconocerse hasta que proyectándose en su piel en una intensa tonalidad carmín se tintaba en la apariencia de un tatuaje, anunciándole la bienvenida a un evento que ella misma había buscado entrar desde un comienzo- Ooh, que linda sorpresa y justo a tiempo para salir.

Tal como esperaba, uno de los últimos requisitos que necesitaba para escapar de la supervisión de sus progenitores y huir lo más lejos posible, pero más que nada lo veía como un pequeño espectáculo remontándose casi en las feroces peleas greco-romanas. Valientes hombres que luchaban con el propósito de satisfacer el entretenimiento del César y sus espectadores.

Gotas de sangre se derramaban una tras otra en el trayecto hacia la ventana, asomándose con una enorme sonrisa se prepararía para despedirse de su ridículo estilo de vida. Tenía la libertad de salir a jugar… nadie le detendría nunca más. Atraída por el color que fluía libremente en el dorso de su mano le acerco con lentitud posándolo sobre sus labios, lamiendo apenas con la punta de su lengua (se sentía agradecida por ser elegida en la batalla por el Santo Grial).

¡Que den inicio los juegos!. –Exclamó con entusiasmo abriendo los brazos de par en par para girarse sobre si mismas las veces que fueran suficientes desbordando aquel sentimiento, cantando ferozmente palabras ilegibles brotaban de sus labios mientras en la escena siete luces danzaban a su alrededor acompañándola en ese inusual festejo.

¡¡hahahaHAHAHAHAHA!!...

Y en el silencio un jardín perdido..
Tu mente no encuentra sentido…

ROJO.. ROJO… ROJO con gran vehemencia se escuchaba
¡Qué le corten la cabeza! ¡Qué le corten la cabeza!

La agonía en el aire se respiraba
el juego apenas comenzaba!!! hahahaHAHAHAHAHA……..[ ♥ ♪ ♪♫]

FUYUKI, JAPON

Los preparativos estaban casi listos para que pudiera instalarse. Sin en cambio su vuelo parecía retrasarse debido a las condiciones climáticas desatándose una tormenta eléctrica, ocasionando que las aerolíneas suspendieran sus salidas hasta que el tiempo en el cielo mejorara. Localizándose sola en una sala privada una mujer con un traje fuera de su época aguardaba con una temible sonrisa admirando su escenario.

Reluciendo con un enorme vestido rojo se levantaba para tratar de acomodar el desorden de su cabello en un pequeño gesto de pasear la punta de sus dedos entre los mechones sueltos en su mejilla.

Al parecer alguien se encuentra impaciente esperando mi llegada. –sonriendo de forma gentil a su espalda se notaba siete chicas portando una especie de uniforme, los finos sacos rojizos de tonalidad más suave del que estaba usando la pelinegra esperaban con un rostro de serenidad. La sala seguía vacía, aunque el reflejo a través de ese enorme ventanal descubría la identidad de siete chicas que acompañarían a Eiri en su trayecto por jugarse la vida en la batalla del Grial.

Lulu dirígete a la recepción, necesito saber cuando pasara la tormenta.. mientras tanto Levi y Belph acompáñenme las demás esperen hasta que las llame.

Dándose vuelta avanzo con tranquilidad tomando su pequeña bolsa de terciopelo negro- No debiste venir hasta acá, solo es un pequeño contratiempo.. ¿no lo crees Glen? –esa figura en alto indicaba la de un joven casi de la misma edad de la chica, se trataba de la persona que tomaría su mano. Su abrigo negro ligeramente humedecido por la lluvia contemplaba a la chica sin resentimiento alguno, a pesar del rechazo ejercido por ella no podía evitar el preocuparse sobre en que punto se dirigía su destino.

Posiblemente.

Abriendo sus ojos un poco más perpleja se sonrió con más tranquilidad, su mano fue en la búsqueda de la mejilla ajena presionándole con ligera fuerza.- Existe la posibilidad de que ya no vuelva, aun así mi padre te ha aceptado como su hijo, no es motivo para que estés triste. –El semblante del hombre no cambiaba, manteniendo los ojos cerrados su respiración se detuvo para separarse de la pelinegra.

Articulando unas palabras que nadie entendería más que ella se opacaban por el resonar de un último relámpago que generó el corte de luz. Permaneciendo en las tinieblas bajo la cabeza para también darle la espalda.

Entiendo.

El personal se movilizaba de un lado a otro arreglando el percance, activándose los vuelos una hora después desde su llegada. Se dirigía a abordar su avión donde por fin pudo descansar plenamente sin arrepentimiento alguno, agradecida por la posible despedida no despertó hasta tener la total certeza de arribar…

… El auto se movilizaba cruzando el portón de una vieja mansión que fue restaurada por órdenes de su padre, deteniéndose el chofer bajaba disponiéndose a abrir la puerta descubriendo en el interior a una joven de cabello negro dormida. Tímidamente el hombre rasco su cabeza por debajo del sombrero, deseo extender su mano para moverla y conseguir despertarla pero un aura de pesadez le indicaba realizar todo lo contrario si sabía lo que le convenía. Para su desgracia la luz del atardecer golpeo de lleno el rostro de la fémina que irguiéndose miro fijamente en una dirección, el sonido de unos pasos retroceder y la caída de cierta cosa atrajo su atención. Jadeando lúgubremente gateo por encima del asiento, un pequeño aire despejaba su rostro el cual sus ojos brillaron con tremenda intensidad.. la silueta de su casa se marcaba dando un salto y aplastando al tipo que caía inconsciente por la impresión del momento.

Aaaww… miren miren, todo esto para mí… ¿Eeh?, por favor no es hora de dormir levántate y lleva las cosas donde te especifique.

Chicas vengan, les encantara lo que preparé para ustedes.

Inconsciente el chofer no comprendía nada de lo que pasaba, cabeceando opto por no entender y acatar los caprichos, puesto que al escuchar sus rumores era mejor guardar distancia.

Perdiéndose dentro cruzaba varias habitaciones, todo estaba repletamente lleno de lujos, el servicio de restauración y limpieza dejaba las cosas más que impecables. Paseándose admiraba locamente la tapicería, el gusto de estilo de su padre se notaba en el aire de diseño al querer conservar el estilo clásico. Una puerta se abría bajando al sótano, el nivel subterráneo se extendía exactamente en el perímetro que se hallaba la casa conectándose con otros pasadizos y túneles fuera de la propiedad.

El sonido de aplausos se expandía como un eco interminable, era el único sitio donde solo los jefes de familia por generaciones guardaban con recelo su ubicación- Perfecto. Lilith me sorprendes cada día.. has preparado la barrera como era de esperarse y magnificando el poder del viento utilizaste la reliquia que mi padre me heredo. -Un artefacto se abría rodeado entre símbolos y plumas, pequeñas ondas de aire se dispersaban casi invisibles por dentro y fuera de la casa ocultando la presencia de esos demonios.

Ahora manos a la obra, desearía tomar un baño antes o salir a pasear pero primero los deberes.

Colocando su dedo índice bajo su mentón golpeo pequeñas veces buscando en las estanterías una especie de libro, revisando cada rincón esta vez uso algo de su mana materializando a todas las jóvenes que la rodeaban empezando a formar el círculo, el trabajo debía de ser más rápido de esa forma. Estando listas cada una se coloco en siete puntos diferentes reuniendo su propia energía y activar el círculo.

¡Aquí esta!, bueno.. las clases de Servants son siete, cada Master tiene derecho de invocar uno pero para llamar al indicado se necesita un objeto.. bla bla bla… -ojeando más deprisa se acercaba mientras la mujer de alas negras encendía unas velas iluminando el salón- Pfff… debí colocar un separador o marcar la página, veamos… ajá, ajá… vaya esto es demasiado. Aunque desearía saber que clase de persona saldrá je’h~

Lanzando el libro detrás suyo no tenía caso seguir buscando algo que seguramente había memorizado, aclarando su garganta se coloco justo en medio a unos metros del sello, detrás de sí aparecía la mujer alada la cual cortando la palma de la mano de su ama sangro al instante ofreciendo la parte de sacrificio:

Así que propongo, mi voluntad creará vuestro cuerpo y vuestra espada creará mi destino.

–Enarcando una ceja articulaba en alto tratando de descifrar la siguiente parte-

Acatando los llamados del Santo Grial, si vosotros accedéis a esa voluntad y razón, ¡responded!.

-deteniéndose sacudió su palma arrojando más gotas de esa herida abierta-

Así que aquí juro, seré todo lo bueno en el mundo eterno… seré yo quién disponga del mal en el mundo eterno. – una risita inocente se escapaba, se preguntaba ahora quien rayos habría inventado semejante invocación- …Pero dejad que el caos nuble vuestros ojos. Vos quién estáis atrapado en la jaula de locura. Y yo, ¡quién sujetaré de vuestras cadenas!.

-Las siete niñas entrelazaran sus manos hasta soltarse y abrirse en ese círculo-

Vos, vestido por la Gran Trinidad, ven y acudid desde el círculo de restricción. ¡Guardián de la Balanza Celestial!

Una intensa luz salió disparado cubriendo cada rincón, esperando que finalmente alguien surgiera, un minuto, cinco minutos, diez minutos y nada.- Vaya… creo que no debí reírme en la parte del juramento, bueno aunque no recuerdo que decía algo sobre hacerlo más veces.. ¿qué opinas Lily sientes algo?.. –la mujer negó con la cabeza, envolviendo la herida que le provocó- ¿y ustedes?... –miro un poco más seria mientras estas igual afirmaban lo mismo que su guardiana- Cielos, supongo que esperemos más.

por Dagonet Mar Mar 20, 2012 4:48 pm

La Guerra por el Santo Grial, un evento especial al que se suponía solo podían asistir los mejores magos de la época para participar en una masacre cuyo premio mayor era la realización de un milagro, un deseo. Las armas para poder participar eran los propios Circuitos Mágicos de los Magi, reliquias y por supuesto, los tan llamados Servants, seres espirituales cuyo puesto en el Trono de los Héroes los hacían los implementos ideales para poder cumplir con los designios de sus tan llamados Masters, aquellos poderosos usuarios de la magia actual que eran escogidos de primera mano por tan místico artefacto.

Ahora, siguiendo el llamado de un cántico de invocación otro espíritu era traído a Gaia después de un ofrecimiento de sangre…

-Así que propongo, mi voluntad creará vuestro cuerpo y vuestra espada creará mi destino. Acatando los llamados del Santo Grial, si vosotros accedéis a esa voluntad y razón, ¡responded!. Así que aquí juro, seré todo lo bueno en el mundo eterno… seré yo quién disponga del mal en el mundo eterno. Pero dejad que el caos nuble vuestros ojos. Vos quién estáis atrapado en la jaula de locura. Y yo, ¡quién sujetaré de vuestras cadenas!. Vos, vestido por la Gran Trinidad, ven y acudid desde el círculo de restricción. ¡Guardián de la Balanza Celestial!-

Esas fueron sus palabras. Cada frase, cada oración, cada sílaba…todas conformaban eslabones que a su vez creaban una enorme cadena que rozando el Trono de los Héroes chocó contra una presencia, aquella que encajara mejor a la personalidad del invocador, así como a sus deseos e interior, capacidades y aptitudes.

Siguiendo la atadura mística lanzada por Eiri Baskerville, el Espíritu se levantó en medio de un flujo de energía que eventualmente terminaba en un simple círculo dibujado con tiza. Cambiando, endureciéndose y finalmente tomando forma humana un destello de luz blanca proveniente de la figura inundó la habitación.

-…-

Erguido con ambas manos apostadas sobre una espada sumamente delgada, que se encontraba envainada en una funda de material dudoso, el enorme sujeto mantenía una expresión relajada. Volteando la mirada de un lado al otro y observando las figuras de las ocho chicas en el sótano suspiró por lo bajo antes de contorsionar su cara, terminando con un eructo que resonó con gran fuerza.

Tomando su espada para dar un paso al frente, quedó frente al único ser cuyo poder podía ser el del Mago lo suficientemente descuidado como para haberlo llamado precisamente a él y con un levantamiento de cejas, preguntó:

-Pregunto ahora, señorita con cabellera de ébano: ¿eres tú la miope qué me invocó?- Inquirió el enorme sujeto bajando la mirada mientras volvía a apoyar su peso en el arma, acercando su cara a la de la mujer y de forma desinteresada, sonreír.

Lo único que faltaba entonces era atar el último cabo; solo quedaba cerrar el contrato.

por Eiri Baskerville Mar Mar 20, 2012 11:27 pm

No le agradaba esperar demasiado o al menos que tuviera que esperar más del tiempo requerido, arrebatando su mano de Lilith abrió los ojos por el panorama que descubría esa silueta ancha. Tan descomunal de una apariencia fuerte y bien formada se deformaba materializando a un hombre de cabello rubio, mal bronceado y regordete que sostenía pobremente una pequeña espada sobre ambas manos. Sus ojos perfilándose como el de una fiera inconforme con su presa aguardo en silencio hasta que aquella pregunta falta de cualquier señal mínimo de respeto como Master fue despedida por esos labios.

Tanto las estacas como el ángel miraron perplejas el acto, asustados observaron a Eiri que se mantenía inmóvil. Sus ojos rojos destellaban a través de su flequillo pero sin que estos describieran una expresión exacta de como se encontraba, sin tener el total valor de entrometerse inhalo y exhalo profundamente.

Tú. -el tono lúgubre de su voz resonaba apagando en un fuerte viento las velas que mantenían ya la poca iluminación. Alzando su rostro en un leve salto sonreía ahora posando sus ojos algo desorbitados en el extraño que se presentaba admirando a esa mujer de baja estatura- Bienvenido, dime Eiri.

Chasqueando sus dedos hizo desaparecer a todas las mujeres de la habitación quedando totalmente solos, odiaba todo tipo de formalidad pero tampoco podía restringirse de una pequeña guía aunque lo haría a su manera.

Veamos... no sé por donde empezar pero vayamos a la cocina, debes tener hambre ahí te explicaré los detalles de nuestra situación. -girándose avanzaba a uno de los túneles que les darían paso por la entrada de la biblioteca. No espero a llamarlo más por lo que si deseaba quedarse encerrado sería su problema.

por Dagonet Jue Mar 22, 2012 3:01 pm

-Tomaré eso como un “con esto cerramos el contrato y sí, soy tu Master; quiero comer y no lo admitiré porque estoy a dieta”. Oh, bien. Como quieras.- Contestó el Servant más para sí mismo que en respuesta a la frase de la chica de cabellos negros. La verdad, no le importaba demasiado la “situación” ya que incluso alguien tan poco iluminado como él podía deducirlo. Además de que claro el mismo Grial había transferido información básica a su cerebro apenas el contacto hubo sido establecido con el Trono de los Héroes; si tuviera que decir a que se refería lo de “nuestra situación”, era la típica presentación de regla entre ambos.

Avanzando a través del corredor de piedra mientras usaba su delgada espada envainada como bastón, el Servant trataba de no perder detalle del sitio aunque en vano. Lo que fuera ese sótano, no le despertaba ni el mínimo ápice de curiosidad.

-Por cierto, ¿estamos ya en Fuyuki o…qué?- Inquirió el más alto del dúo, señalando hacia el techo con su derecha enguantada. -Y ¿qué tienes de comer? Tienes razón, tengo hambre.- Concluyó al tiempo que seguía avanzando, rayando la superficie de piedra con la punta de su arma lo que además producía un ruido realmente molesto; eso sumado al eco formado en el túnel de la mansión, le sacaría más de una cana a cualquiera.

-Y...¿Ei-re? ¿Ey-ree? ¿He-y-rih? ¿Cómo se supone que debo pronunciar tan feo nombre?-

por Eiri Baskerville Lun Mar 26, 2012 2:09 pm

Su mentón estaba apoyado contra el dedo índice dando pequeños golpes mientras seguía pensando que cosas eran las que debía de comer. El ruido que resonaba por el sótano logró llamar su atención para voltear y ver con detenimiento el gran cuerpo del sujeto, era extraño que por su complexión fuera del tipo combatiente aunque dudaba demasiado que se tratara de un tipo Caster debido a la armadura que se ceñía por toda esa forma rechoncha que tenía como cuerpo.

Jajaja.. no creía que mi nombre fuera tan difícil de pronunciar, no es tan complejo como los nombres que hay aquí en Japón pero bueno.. eres un sujeto bastante peculiar y existirán cosas que no puedas entender a la primera. –con una sonrisa sumamente gentil no dejaba de tener sus comentarios algo de burla, paso tiempo que no convivía con otros que no fuera su familia y para esas alturas ya se sentía en confianza, después de todo era su servant.

Llegando a un sitio sin salida, donde el muro de piedra les detenía su pequeña caminata, Eiri colocaba su mano en uno de los bloques para empujarlo con suavidad para que este al acto se hundiera, el sonido de un mecanismo se activaba dejándolos en el corredor de la mansión, adelantándose fue directo a la cocina esperando buscar algo.. aunque no era que la chica supiera algo del arte culinario los fideos instantáneos debían de servir para calmar el apetito de ese rubio. Vertiendo agua dentro del envace dispuso del producto para introducirlo en el microondas y activarlo para que los minutos se programaran para realizar la cocción.

Bien ya está... pasara un poco de tiempo hasta que vayamos de compras. Bien pasemos a lo importante. –sentándose en un banquillo notaba que su invitado se encontraba en la entrada señalándole que se acercara y tomara asiento con total libertad - vamos no seas tímido, después te conseguiré algo cómodo, no creo que sea justo para ti llevar semejante lata encima. –sus codos tomaron posición, ambas manos sostuvieron el rostro de la pelinegra ensanchando una inusual sonrisa- Y bien… creo que primero debería preguntarte ¿qué clase eres y tu nombre?

por Dagonet Lun Mar 26, 2012 3:23 pm

Siguiendo la misma ruta que caminaba la chica de cabello negro, el Servant tan solo dejaba raspar la punta de su espada contra el suelo pedregoso del túnel de la mansión denotando además las diferencias que existían entre éste y los calabozos de sus tiempos. La diferencia era por demás, notoria.

Llegado a una calle ciega la mujer tan solo empujaba un ladrillo oculto en la pared, activando a su vez un mecanismo que abría un pasadizo al nivel del vestíbulo. Encaminándose detrás de la chiquilla el familiar invocado por Baskerville acomodó la posición de su arma para que la punta dejara de chocar contra el suelo dado que sin el eco del túnel, no había chiste en seguir con menuda tontería.

Ahí fue que se encontraron en la cocina de la mansión, completamente solos. Mientras Eiri se encargaba de preparar una ración de tallarines al microondas el Servant miraba de un lado a otro, preguntándose por…

-Sobre la armadura no importa, es la costumbre.- Respondió el rubio con calma, dándose unos golpecitos en la frente con el índice enguantado de la derecha, desestimando la sugerencia de la rubia…al menos por los momentos. Después de todo no estaban urgidos por salir o acompañados por alguien más. -Además, ¿dónde están el montón de niñitas esas qué vi? ¿Acaso me invocó una esclavista de menores? Uh, eso sería taaaan problemático.- Comentó con ligereza, apoyando el mentón encima del brazo izquierdo que a su vez estaba asentado sobre un murillo de cerámica en el cual parecía servirse la comida luego de ser preparada por cocineros inexistentes.

-Y sobre mi Clase, me parece cómico que por tú canto de invocación no lo hayas deducido ya. ¿La palabra “locura” te suena? Debería…turi ruri ruri~ Por cierto, no debería decirte mi nombre. Fui famoso por atravesar mujeres en el pecho, o algo por el estilo.- Dijo el Servant con fastidio y algo de reticencia en la voz. De buenas a primeras no iba a hablar de eso…menos con una chica que a primera vista era tan macabra. -Y...¿qué tienes de tomar?-

por Eiri Baskerville Miér Mar 28, 2012 3:19 pm

El rasgo en sus ojos parecían redondearse absorbida por las palabras de ese hombre que comentaba con cierta burla cosas que ocultaban su identidad, evadiendo claramente las preguntas aunque al momento no le interesaría descubrir a que alma heroica pertenecía ya que perdería la gracia y encanto de conocerle más a fondo. Deseaba tener más pistas como en unos típicos juegos policiales donde el detective era dirigido por el cursor del control remoto eligiendo y deduciendo las opciones que se le presentaban en el camino.

Aplaudiendo frenéticamente ovacionaba la actitud tan “sabia” que tomaba, estaba más que satisfecha con los resultados- Maravilloso, eres del clase Berserker.. impresionante simplemente impresionante y por las jovencitas que viste no te fíes en realidad son unos demonios, en cuanto cierres los ojos ¡BAM!... –deteniendo el choque de sus palmas estas golpeaban contra la barra produciendo un sonido de querer asustarlo.

Te atravesarán el corazón cuando menos te lo esperes.. hahahahaHAHAHAHAHA.. –otro sonido intermitente proveniente del microondas avisaba que la sopa estaba lista, dándose vuelta como si nada hubiera pasado tomo un cubierto que fuera fácil de manejar para su consumo, al colocarlo justo en frente ahora quedaba a un lado para verle alimentarse - ♪ Humpty Dumpty.. Humpty Dumpty ♪ –tarareo examinando más de cerca al sujeto, un pequeño mohín se formaba en sus labios negando con la cabeza volteando- Ber… no me gusta, Berser.. mucho menos.. Breek.. Breek.. me gusta.. si si si… ¡Breek! Serás BREEK…

Apuntándole con su dedo índice saco otra sopa para prepararla de antemano antes de que se acabara la que ya tenía delante suya, intuía que eso no sería suficiente para saciar el apetito de semejante individuo.

Hey… pueden salir, Breek esta comiendo fideos instantáneos.. traigan la botella rápido~

por Dagonet Miér Mar 28, 2012 8:29 pm

Observando y escuchando con atención todo lo que la chiquilla llamada Baskerville tenía para decirle, el Servant levantó una ceja al momento en que esta hablaba de atravesar el corazón y de como las mucamas eran simples invocaciones demoníacas. Incluso siendo un familiar de la clase caracterizada por la locura, la mujer parecía incluso más transtornada que él en sus peores días…eso, o tan solo exageraba por la poca costumbre que tenía en esa época, sí, debía ser aquello último.

-Mejor déjalo en “Berserker”, Breek suena a retrasado mental.- Dijo el Servant tomando el cubierto, llevándolo hasta el fondo del contenedor para hacerlo girar, enredando los fideos en este. -Y como el tuyo también es molesto de pronunciar, me remitiré a llamarte Ma---espera, el problema viene a ser si salimos…meh.- Murmuró Berserker para sí mismo, llevándose a la boca el primer bocado de la cena improvisada por Baskerville, saboreándola de a poco. -No está mal.- Concedió encogiéndose de hombros para así continuar con su comida.

Ahora que lo pensaba…estaba el hecho de que ellos no eran ni de cerca, los únicos dúos de Master y Servant en Fuyuki y el solo tener que pensar en pelear…lo hacía resoplar del fastidio. Pero también había otro asunto que de plano, le daba curiosidad.

-Y dime Eyree, ¿Para qué luchas en esta guerra? No veo razones aparentes…incluso tienes esclavas que nunca se cansan y una linda mansion con bastaaaantes fideos enlatados.- Inquirió el Servant con una ceja levantada, dejando de lado el envase de fideos ya vacío. Esperaba al menos una respuesta infimamente lógica, pero con las risitas de demente que se tiraba la mujer, empezaba a dudar el siquiera obtener algo como eso. -¿Para qué usarías ese deseo libre?-

por Eiri Baskerville Vie Mar 30, 2012 2:00 am

Sin ser acatada su orden la chica sonreía a cierto punto y a la vez no, riendo inocentemente y trastornándose en algo macabro continuando con su juego infantil.. si hasta ahora estaba resistiendo estar de pie significaba que ahora la energía que consumía de sus estacas estaba siendo absorbida debido a la invocación hecha para el Berserker, motivo por el cual esos espíritus demoniacos no podían tomar una forma corpórea para presentarse ante aquel ser extraño que invadía su mundo.

Parpadeando buscaba a su alrededor, no comprendía porque no salían de su escondite hasta que el curso de la conversación era retomada por el rubio curioso por como una persona como ella llegaba a invocarlo, y teniendo en parte razón en sus deducciones no tardo en armar una pequeña ilación de la historia.. al menos con los pocos datos que tenía era fácil ver la situación que se le presentaba por el momento.

¿Ahora entiendes porque Breek?... –divertida por el sobrenombre de su compañero de juegos se dirigió en cortos saltos a la alacena sacando una botella de vino, realmente era una pésima combinación pero no tenía otra alternativa que aceptarlo; dejando salir el corcho camino alrededor volviéndolo a examinar, picando con su dedo índice las partes expuestas que dejaba la armadura notando lo suave de su cuerpo. Una carcajada se liberaba nuevamente a la vez que entrelazaba sus manos detrás de su espalda, inclinándose levemente para observarlo y balancearse de atrás para delante continuamente, los mechones azabaches de la pelinegra caían alborotados sobre su rostro.. descubriendo dos puntos rojizos que flameaban.

Shhhht... shhhht... shhhhht..~

Si haces eso solo le quitaría lo divertido a la historia, todo libro tiene un inicio, desarrollo y desenlace… es de pésimo gusto revelar el final de las cosas. Además es como también preguntarte por qué saliste a mi llamado y cuales son tus razones, mientras poseamos el mismo objetivo es lo de menos el conocer los motivos del otro.

Alejándose dio de vueltas por toda la pieza tarareando de manera pérdida, de golpe se detuvo como presumiendo de su pobre encanto notando lo borroso que se volvía su vista, al parecer era como si la pesadez en sus ojos le llamara para ir a su habitación y descansar como se merecía.

Eiri mañana necesitas salir, mañana tienes que llevar a Breek que conozca los alrededores. Un Servant siempre debe conocer de antemano el campo de batalla y de paso… ¡ir de compras juntos!.

por Dagonet Vie Mar 30, 2012 3:15 pm

Tomando la segunda orden de fideos al haberse terminado la primera, el Servant invocado por Eiri Baskerville tan solo la observaba de cerca con una cara algo incrédula; ¿responder a su llamado? Lo decía como si de verdad, hubiera sido su elección tener por Master a una esclavista de demonios y niña mimada profesional. Pero no importaba. Ya en su momento habría de sacarle la información, de una manera u otra.

-No te emociones chiquilla, si hablas sobre mis “motivos”--- Empezó el Berserker, llevándose el resto de comida a la boca y engullendo con facilidad para así levantarse y con una manaza tomar el cuello del atuendo de Baskerville, lo que evitaba una posible caída que le desfigurara la pálida cara con solo un golpe y al mismo tiempo la erguía para que se sostuviera con lo primero que tuviera a la mano. -no tengo ningún deseo para conseguir el Santo Grial.- Concluyó el rubio con los ojos entrecerrados y expresión desinteresada. -Si nos guiamos por eso junto a lo que tu misma dijiste, eso de que somos “similares”, entonces se podría decir que no tienes deseo alguno por ese objeto. Quien sabe porqué…

Como sea, ¿para qué te quieres ir a dormir? Que yo sepa todavía es de tarde.- Preguntó el Servant señalando a la luz que entraba desde la ventana más cercana, que posicionaba al sol en un punto álgido. -...¿o me vas a decir que andas muy cansada por invocarme…? Je, ¿tan “pesado” soy?-

por Eiri Baskerville Lun Abr 16, 2012 5:24 pm

Jamás sentía que caería desde el punto que estaba de pie por lo que cuando la extensión del brazo ajeno sujeto algo violentamente el escote de la fémina se recargaba en la alacena buscando ese apoyo que necesitaba. Bostezando largamente mientras contraponía su diestra no le agradeció en lo más mínimo que la rescatara de una caída segura, solamente se dedicaba a fregar su ojo izquierdo luchando por mantenerse despierta.

Si no estuvieras interesado por el Grial, entonces no tendrías mérito de esperar en el trono de los héroes rodeado con personalidades un tanto aburridas... mira que escuchar hazañas sobre el renombre que tuvieron sus vidas… A – BU – RRI – DO~ –pronunciando con un ligero tono de fastidio su codo se contrapuso en la barra, deformando en algo su mejilla contra la palma de su mano..

No deseo en su totalidad el Grial, solo deseo conocer las demás clases de servants y jugar un rato, ese es mi mayor interés.. no hay nada como un juego extremo en el cual tu vida esta en riesgo cada segundo, eso si lo hace realmente interesante. Quién sabe.. hasta tu llegarías a divertirte…

Estirándose nuevamente golpeteaba la zona donde se encontraba su estomago recubierto por el acero de su armadura, el sonido comparado al de casi una campana le divertía como si con eso llamara al resto de habitantes para indicar la hora.

Breek.. semejante proporción no es de a gratis hahaha, además no eres solo tu, tengo que recuperar siete demonios y un espíritu. Puedes ponerte celoso ahora… y si no te es de tanta molestia mejor cárgame a mi habitación o me quedare dormida acá, y si lo haces porque te parece divertido tendrás que soportar las consecuencias de lo que te haré el día siguiente…

por Dagonet Lun Abr 16, 2012 9:25 pm

Desde la perspectiva del ex-“caballero” y bufón real parecía que ciertamente esa chiquilla estaba bastante mal de la cabeza. Muchas veces había visto tipos dementes y vagabundos que deliraban y jugaban a ser reyes e incluso, magos y dioses, pero esa mujer era más delusiva que un tipo con alas doradas que jugaba a ser el héroe mientras su novia se moría en un bosque a causa de una fiebre inesperada. Si, era tan loco como sonaba si lo mencionaba en voz alta. Suspirando, el rubio tan solo dejó que la chica se mantuviera sola de pie para así acercársele y posársele al frente.

-Estar en ese sitio no es precisamente opcional, Airiih Baskavil.- Empezó él con el ceño algo fruncido, pinchándole ambas mejillas con sus dedos índices para así desinflarle los cachetes sonrosados por el cansancio. -Como se nota que tus padres no te criaron como debían, esa actitud de putita mimada es peor de lo que me pareció al inicio.- Continuó con tono algo cantarino, sin dejar de presionar la cara de la mujer lo que ahora generaba que sus pómulos se rasparan un tanto. -Y…negatorio. No hay nada divertido en eso. De verdad, tanto han cambiado las valoraciones personales desde mi época hasta ahora? Eso es triste…pero bueno. Supongo que tú eres la jefa aquí…-

Fue en ese momento que el mayor de los dos escuchó algo por demás curioso. Doblando el cuello para así tener mejor perspectiva, comprobó que efectivamente la mujer debía tener el cerebro en una mala posición…y de nuevo, quería hacérselo notar.

-Ahora se van a dormir en plena tarde?- Inquirió el sujeto de la armadura de tonos oscuros apuntando a una ventana cercana a través de la cual se revelaba la presencia del sol. Como mucho era de tarde. Si tanto la consumía tener que mantener a siete criadas diabólicas además de a él mismo… -Bueno, si tanto quieres irte a dormir…- Terminó concediendo el mayor con algo de aburrimiento en su voz. Tomando a la pelinegra por la cintura y cargándola como si fuera un saco de patatas empezó a caminar en pos de la primera escalera que encontrara en tan vasta e inútil mansión. Sinceramente no veía la necesidad de tal sitio si la única que iba a vivir ahí era una peq--- y fue que recordó que su Master era “peculiar”. Al parecer la concesión por desvaríos mentales debería incluir incluso a la mansión.

Puras tonterías, sin duda.

-Por donde, Eiiree?- Preguntó el Servant posando su mano libre sobre la cintura. Lo único que veía ahora era una escalera que subía hasta lo que parecía un segundo piso, pero con tanta excentricidad en el aire, imaginaba que incluso el dormitorio estaría en un calabozo oculto. -Tic toc loca, tic toc.-

por Eiri Baskerville Sáb Abr 21, 2012 2:32 pm

Su mente ya casi no se encontraba en el hilo de la conversación que mantenía con su servant, aunque ciertamente jamás había algo coherente cada que cruzaba palabras con alguien que no fuera ella misma. Algo enojada solo hizo resaltar el puchero en sus labios como una niña que era fastidiada por su hermano mayor, dando un manotazo en esas palmas recubiertas de acero dio un pequeño chillido como si con eso deseara acusarle a sus padres de que la estaban molestando para hacerla llorar más de la cuenta.

Observando por la ventana el sol estaba en el punto casi de las cuatro de la tarde, se había pasado claramente la hora del té por lo que solo para desaprovechar su tiempo la segunda opción que quedaba era dormir. Jamás tenía una hora, si le apetecía su sueño era cada cuando su cuerpo le exigía, siendo estrictamente necesario el no ser interrumpida. Mañana, tarde, noche… ella no regía su ritmo de vida por horas convencionales, era una perdida y por el simple hecho de ser así al despertar deambulaba en momentos inadecuados para salir a “jugar” o por ende estudiar.

Al ser cargada se sentía ligera, la mitad de su cuerpo colgaba estirando sus manos como si deseara alcanzar el suelo. Saliendo de la cocina se encaminaban al segundo piso y como al subir por las escaleras el vaivén de su cabello se agitaba, riendo contaba los peldaños puesto que era lo único de lo que su vista le ofrecía.

¡Uno!... ¡Dos!... ¡Tres!... ¡Cuatro!... ¡Cinco!.. eyy más lento, pierdo la cuenta… ¡Diez!... ¡Once!.. –balanceándose cual muñeca de lado a lado señalo al frente apuntando a la puerta de salida pero tomando en cuenta que estaba en el sentido contrario a Breek simplemente menciono cantarinamente.

Derecho… Derecho… y al fondo a la izquierda..

Sus mejillas se sonrojaban, era demasiado divertido que alguien la estuviera atendiendo, dejando colgar su cuerpo se dejaba balancear aun más sirviendo que ese movimiento podía ayudar a arrullarla, largando un bostezo golpeteo la espalda del grandulón desesperandose.

Apurate Breek… que me duermo!!

por Dagonet Vie Abr 27, 2012 10:15 pm

Habiendo subido la escalera y cruzado un largo pasillo, la chica le indicaba de forma patética por donde era que tenía que ir. Incluso si exclamaba que estaba cansada y que estaba a punto de dormirse, la forma en que exclamaba y se expresaba dejaba bien en cuenta que tan solo quería seguir molestando con sus usuales caprichos…y eso que el Servant apenas si tenía unos veinte minutos conociéndola. La verdad…era molesta, bastante molesta.

-Si claro, se nota que estás muy urgida de dormir.- Le contestó el Berserker enarcando las cejas para sí mismo, haciendo una mueca y abriendo la puerta de la habitación indicada con un puntapié no demasiado fuerte. Con los goznes chirriando el acceso quedaba disponible y el contenido de la habitación quedaba visible a sus ojos pequeños e inquisitivos: una sala que realmente parecía más un recibidor que una habitación común y corriente. La cama que estaba al fondo y enmarcada con sendos postes de madera pulida encaraba a un enorme televisor de indefinidas pulgadas, pero que de seguro debía tener una excelente calidad de video. Las paredes pintadas de color durazno parecían resaltar la opulencia del sitio junto a los enormes muebles adornados con felpudos vastos y almohadones rellenos hasta más no poder que circundando a libreros llenos a tope solo gritaban algo: MIMADA.

-Que lugar tan colorido. Ni siquiera en mi época había tal…presunción. Meh, como sea.- Murmuró el Servant para tirar a su Master a la cama sin contemplaciones, aprovechando de ver como su cuerpo ligero surcaba el aire y se contorsionaba para aterrizar en la cama con el trasero levantado, dejando su ropa interior a la vista. -Y bien, dime algo pequeña demente: ¿Cómo se enciende esa cosa?- Inquirió el rubio para así señalar el enorme televisor pantalla plana. Por la “introducción” hecha gracias al Grial conocía lo que era ese aparato, pero como ni siquiera podía distinguir botones o siquiera un mando para encenderlo…le tocaba confiar en la loca. Allí fue que tras unas zancadas bien medidas se acostó a un lado de Eiri. Si debía soportarla al menos se pondría cómodo.

por Eiri Baskerville Miér Mayo 02, 2012 1:06 pm

El bamboleo adquirido por los movimientos de su servant la arrullaba dejando cerrar sus ojos y disfrutar del recorrido. ¿Cuándo tenía la oportunidad que la tomaran en brazos y la llevaran a las partes que deseaba? Nunca.

Tarareando melodías sin sentido golpeteaba con las palmas de sus manos la armadura de ese gigante -para ella cabe mencionar- acompañando con un peculiar ritmo su melodía. Un tosco sonido interrumpía su característica alegría para que finalmente arrojada en su cama el ropaje de su vestido descubría y exponía sus interiores, arrastrándose lentamente termino por sentarse mientras asomaba su rostro en cada rincón, las preparaciones por parte de su padre le sorprendían cumpliendo los exigentes gustos de la joven por lo que aplaudiendo varias veces con entusiasmo rebosaba con un buen humor para apunto caer de sueño.

¡Maravilloso! Simplemente maravilloso, al fin que tengo una televisión digna de una princesa como yo.. –caminando con sus rodillas por encima del colchón se aproximaba al rubio para colgarse de su armadura y sacudirle con ligera fuerza aunque apenas si podía moverlo- te enseñaré como hacerlo.

Buscando el control de comando que hacía funcionar el aparato lo recogía caminando con torpeza hacia el buro, cada uno de los botones explicaba con nimiedad las básicas funciones que podía reconocer el berserker por lo que ya no podría significar un problema. Entregándoselo sus sentidos le fallaban puesto que al quitarse el vestido solo permaneció con el blusón blanco que evitaba que su cuerpo rosara con las pesadas telas. Recostándose suspiro con más tranquilidad, dando golpeteos con su diestra el espacio vacío de su cama…

Vamos Breek enciende la televisión, es la primera vez que veo una..

por Dagonet Dom Mayo 06, 2012 2:58 pm

-¿Primera vez? Ja, quien lo diría.- Murmuró el Berserker con una ceja levantada. Una vez acostado en el lado libre de la cama, el rubio pudo notar la enorme diferencia que existía entre las camas de su época y aquella nube de algodón…simplemente no había comparación posible, el mero hecho de que tan solo un lugar de reposo fuera así le daba una pista verdaderamente vasta de todo lo que la humanidad había avanzado en tan poco tiempo, incluso si ya tal información venía incluida en su mente una vez el Grial lo hubo contactado. Y más que eso, ya notaba las razones por las cuales la pelinegra era tan mimada ¿quién no lo sería al vivir siempre en un ambiente como ese?

-Y debes tener una bonita capacidad mágica como para no caer hecha un asco ahora mismo. Sostenerte despierta por tanto tiempo luego de invocar un Berserker…- Murmuró “Breek” con calma, rascándose la nuca para con un solo movimiento quitarse las botas metálicas y tirarlas a un lado, mostrando nada más la malla metálica que actuaba como protección menor debajo de la armadura. Luego de un par de minutos se encontraba más cómodo, tras lo cual tomó el mando de la televisión y encenderla.

-¡Bienvenidos una vez más al show de Liana y Mayara, la hermanas viciosas por la diversión y los cocteles!- Dijo una voz de anunciador bastante molesta al tiempo que un título se desplegaba a lo largo y ancho de la pantalla en un rosa chillón circundado por las hojas de varias plantas de cinco puntas que se parecían sospechosamente al maple…o a algo más.

-… ¿esto es programación para niños?- Inquirió el rubio con algo de asco en su voz, torciendo el gesto y dejando el control a un lado mientras los anuncios del show terminaban. Seguido de ello un par de caricaturas mal dibujadas se presentaban: ambas cabezonas, ambas temblorosas y tan pálidas como un cadáver recién drenado de sus fluidos vitales.

-Hehehehehe, ¿qué vamos a hacer hoy Liana?-

-Lo mismo que hacemos todas las noches Mayara, tratar de conquistar un churro.-

-Merf.-

Luego de ese intercambio tan…raro, una carcajada pre-grabada resonó por toda la pantalla, dejando al Servant perplejo. Sin más tan solo retomaba el mando, cambiando de canal para encallar en un destino aún peor…

-Soy Suzaku y… ¡YO SALVARÉ A MI AMIGA! ¡Porque creo en el poder de la AMISTAD!-

-… ¿qué?-

por Eiri Baskerville Lun Mayo 07, 2012 10:54 am

Aquellos inmensos ojos escarlatas se abrían de par en par, las primeras imágenes que se reproducían en el televisor se reflejaban con claridad en la mirada de la pelinegra que con algo de somnolencia dejaba caer su espalda en aquellos inmensos almohadones.

Capacidad ehh…–murmuró algo animada, descansando su vista durante unos momentos escuchaba la programación. De repente, ladeándose precipitadamente el lado derecho de su cuerpo impacto terriblemente contra su berserker lastimándose un poco, en una risilla trato de empujar semejante inmensidad de servant para dar pequeños saltos por la cama y volver al sitio que le correspondía… imposible. Concentrada en no volver a ser arrastrada al lado opuesto donde se hallaba su compañero se perdía –para buena suerte de la joven- de aquellos programas tan característicos de la ciudad, más algo le llamo la atención por lo que levantándose con escasas señales de fuerza de voluntad se sentó observando lo que era una especie de hombre usando un leotardo fosforescente en color rosado, exponiendo cada parte de su cuerpo mientras usaba un casco de motociclista haciendo infinidad de movimientos raros y por lo demás amanerados. Llevando por inercia su mano hacia atrás sujeto a Breek fuertemente de la manga de su armadura impidiendo que tuviera la intención de cambiarle de canal.

Sabes me pregunto si los otros servants actuaran como este sujeto… sería hilarante que sus movimientos de combate fueran igual que esos.

Pronunciando divertida cabeceaba, no quería dormirse era la primera vez que convivía a alguien ajeno a sus demonios por lo que llevando sus fuerzas al máximo solo era capaz de escuchar, debido que su vista traicionaba en nublar su rango de observación- ¿Debería conseguirme un traje como esos para las futuras batallas?, admito que se ve muy aerodinámico. -burlándose solo pudo mencionar aquello antes de que cayera definitivamente en un sueño profundo, sus labios entreabiertos permitían que su respiración agitada en busca del descanso definitivo elevara pequeños quejidos, no le agradaba dormir pero su cuerpo lo demandaba.

por Dagonet Jue Mayo 17, 2012 12:32 pm

Mientras la muchacha murmuraba cualquier cosa en medio de su somnolencia, el Servant tan solo la observaba, notando como de pronto sus párpados se cerraban y daban paso a un letargo calmo y por demás diferente a todo lo que hubiera visto expresado en su rostro con anterioridad. Resoplando y sin darle más atención de la necesaria, el rubio tan solo cambiaba el canal de televisión y pasaba de un ridículo programa de superhéroes a uno de infomerciales.

…

Luego de una tarde, noche y mañana que se fueron corriendo cual maratón, el mediodía siguiente se anunciaba con la vuelta de las “damas de compañía” de Baskerville, quienes aparecieron llevando bandejas y preparando el habitáculo tal como correspondía a las necesidades varias de la heredera de la mansión. Con jarritas de agua, toallas húmedas y uno que otro implemento cuyo uso prefería no saber, el Berserker escuchó la delicada respiración de la chica a la que le debía el título de Master en medio de su despertar. Al parecer su recarga de energía no había tomado demasiado.

-Buenas tardes, loca.- Dijo el más grande de todos los entes espirituales que se encontraban en la habitación sin despegar los ojos de la televisión, donde se reportaban las noticias de mitad del día. Robos, asesinatos y un reporte de mascotas en patines…la verdad, un montón de ocurrencias bastante pintorescas. La diferencia entre su época y el mundo actual era curiosa, y en gran medida.

por Eiri Baskerville Vie Jun 08, 2012 5:06 pm

El dormir cómodamente pasaba a ser una de las aficiones que la mujer de cabello azabache poseía, mucho más cuando no tenía alguna obligación o deber que cumplir para continuar con sus correspondientes estudios. Sabía dominar la magia a la perfección y la intervención sobre la convocación de esos demonios cambiaron su estilo de vida a una con más comodidad de la usual. Sin embargo con la intervención de la guerra santa, sus objetivos cambiarían ya que ni si quiera su familia tenía real noción de lo que esa mujer en verdad pretendía, debido a que sus palabras significaban una falsa promesa de recuperar la herencia mágica a su propio linaje, Eiri tenía cualidades más allá que demostrar ambiciones meramente terrenales o incluso espirituales.

Extrañamente su cuerpo finalmente caía rendido para sucumbir al descanso que ya le reclamaba su sistema, no obstante teniendo un pésimo humor para volver a despertar la mujer hizo caso omiso al primer aviso por parte de una voz que ya le costaba reconocer. Moviéndose por encima de las sábanas colocó uno de los enormes almohadones sobre su cabeza para no tener que lidiar con el innecesario ruido que irrumpía con su descanso. El sonido de pasos retumbaba en su mente como una terrible migraña mientras que los cuchicheos proferidos por las jovencitas de traer los habituales instrumentos de arreglo llegaban unos tras otros.

Hasta ahora solo cinco jóvenes observaban temerosas a través de sus ojos escarlatas la silueta que trataba de esconderse bajo todo el montón de almohadas. Teniendo una el valor de apenas tocar su hombro Eiri se erguía con unas ojeras que ensombrecía su aspecto, tal como si su desvelo hubiera durado semanas. Las chicas se reunieron tras la pared acostumbradas al desplante de su creadora, teniendo el sumo cuidado de no interponerse en su camino, volteando en cualquier dirección bajaba con su típica pijama, el suelo parecía algo frío más le agradaba andar descalza de todas maneras.. se sentía con libertad, extraña manera de sentirla.

Olfateando alzaba su rostro manteniendo a cada momento sus orbes cerrados, el aroma le cautivaba mientras el ruido en su estómago aumentaba considerablemente. Golpeando bruscamente la puerta de la cocina sus ojos cambiaron cuando en la alacena apenas si servían el desayuno.. pero más que un simple refrigerio era casi un banquete del que pocas veces podía disfrutar la heredera Baskerville. Hipnotizada sostuvo uno de los panecillos recién horneados para devorarlo, escuchando como a su lado la carne se freía se formaba tras una de ellas con su plato en ambas manos esperando entusiasta que le sirvieran. Lo peor de tal escena era que toda esa escena solo era montada para complacer el apetito de su servant.

por Dagonet Vie Jun 08, 2012 9:43 pm

Sin responder a su saludo de buenos días la chica conocida como Eiri Baskerville se levantaba para así salir al pasillo y con aire cantarino moverse hasta llegar al comedor del segundo piso. Sí, la chica era tan engreída que al parecer las preparaciones de su vivienda incluían hasta una sala donde poder tener banquetes hedonísticos en la segunda planta de la mansión. Resoplando por lo bajo mientras levantaba una ceja y seguía de cerca a la pelinegra, el Servant de clase Berserker se acomodó los pantalones de malla de cota, entrando al habitáculo donde las invocaciones demoníacas habían preparado un festín que de inmediato le hizo agua la boca: Panes daneses perfectamente horneados y polvoreados con azúcar glasé, tostadas de cocción espléndida junto a una fuente de mantequilla derretida, un enorme pavo lardeado con mesura que humeaba perezosamente en el centro de la mesa y…eso era solo una parte. Al parecer los demonios no habían escatimado en los recursos usados en ese almuerzo y la actitud de la muchacha solo reafirmaba que sí, podía comer libremente de acuerdo a su gusto. Afirmando con su cabeza “Breek” avanzó tomando una tostada para darle el primer mordisco y evaluar la capacidad como cocineras de los demonios.

-Hmm, debo decirlo Eyree: tus esclavas saben hacer un buen almuerzo.- Afirmó el Servant con actitud positiva al tiempo que rememoraba la comida de su época que si bien no era mala, no llegaba al nivel que las sirvientas de la chica lograban. La especialización era magistral ni más ni menos. Por lo visto había acertado al haber sido invocado por esa fémina incluso si en actitud era insoportable y mimada. -Creo que…no estará tan mal ser tu familiar por esta guerra, supongo.-

Aquello era el punto de quiebre. Si antes se veía algo indeciso e inconforme con el solo banquete Baskerville lo había conquistado. El problema entonces era el hecho de que entre los Espíritus Heroicos, ella no había tenido tanto éxito. Según lo veía el Berserker ella era una Master de buena calidad en equipo con un Servant bastante mediocre…

-Parece que serás la más útil en batalla.- Murmuró con algo de pesar mientras mordía un muslo de pavo luego de remojarlo en mantequilla, resoplando por lo bajo para dirigir la mirada a su “interlocutora”. -¿Estas muda o qué?-

por Eiri Baskerville Vie Jun 22, 2012 12:07 am

¿Por dónde comenzar?, no tenía la menor idea, sin embargo ahora si que envidiaba a su servant a tal punto de verlo degustar un poco del pavo perfectamente horneado, la capa del piel presentaba una exquisita recubierta crujiente bañada con el dorado de la mantequilla. Tocándose su estomago no paraba en desear mínimamente cinco tallas más para alcanzar a probar todo más le resultaría imposible.

Tomando una de las sillas se sentó inmediatamente a lado del corpulento hombre rubio, dispuesta en su sitio colocaba un platón gigantesco sobre la mesa eligiendo un pedazo de pavo, un filete de ternera acompañada con ensalada de guarnición, varios panecillos pequeños y otros pequeños bocadillos que variaban de un platillo a otro.- ¡Y esto es solo la primera ronda!... –exclamó mientras en sus labios se dibujaba el puchero donde haciendo un lado los cubiertos creía que sus manos atraparían más los alimentos sin darle la oportunidad a Breek que se lo terminara todo. Sus mejillas se inflaban, la grasa de la comida ya brillaba más allá de sus labios pero parecía que nada le detenía. Sin saludar, ni si quiera agradecer los alimentos apenas con la boca llena observaba a su invitado como le reclamaba el no dirigirle la palabra, tratando de ingerir el último bocado cerró su puño derecho para golpear su pecho varias veces obligando a pasar ese gran mordisco que le dio al baguette.

Perdón, es que tengo miedo que te acabes la comida.. –admitiendo infantilmente le compartió una grata sonrisa tomando algunos trozos del pavo que llevaba a sus labios, su cabello revuelto parecía no estorbarle en la misión de satisfacerse con alimentos pero sin olvidar su higiene personal, tallaba sus manos constantemente sobre la pijama antes de tomar otro bocadillo. Una copa grande para servir vino se colocaba a mano derecha de la mujer, relamiéndose los labios ya se imaginaba lo que venía a continuación. Vertiéndose de un color claro y rosado, la malteada de fresa dejaba una capa de espuma en su superficie dentro de la copa, sin dudarlo ni un instante la tomaba entre sus manos para beber y llegar hasta el fondo dejando el recipiente vacío.- Aaahhh… simplemente como me gusta.. y bien Breek.. ¿cuáles son los planes?.. ¿salir y buscar masters y servants por ahí?

por Dagonet Lun Jul 16, 2012 3:47 pm

Obviamente la chica tenías sus mañas. Creer que él solo se acabaría todo ese despilfarro de comida era ya una exageración que rayaba en un insulto. La verdad… ¿cómo creía que todo eso le cabría en el estómago? Cierto era que por naturaleza, consumía bastante, más al haber sido invocado en el papel de un Berserker, pero…

-No exageres niña.- Le dijo el mayor luego de arrancar un último pedazo de carne de la pierna de pavo que todavía se mecía entre sus dedos. -Ni siquiera yo en mis mejores días podía tragar tanto.- Comentó como quien no quería la cosa, lanzándole encima el hueso que aún quedaba recubierto por algo de grasa y mantequilla.

-Y… en serio, ¿acaso usas la cabeza o qué? Es una guerra, no un juego del escondite. Si no estoy mal informado por la introducción que me dieron en el cerebro, lo que tendrías que hacer es prepararte para una posible lucha contra los otros participantes…pero creo que ni siquiera tienes presente las reglas básicas.

Duh… veamos veamos, ¿cuál sería el primer movimiento en esta situación…?- Murmuró dejando de lado la jarra de té que había bebido hasta la mitad. Posando su barbilla sobre la diestra cerró los ojos, quedándose en un estado sumamente inquisitivo.

No podía negarlo…tener que ser el que pensara, sabiendo que sus capacidades para ello eran relativamente bajas, era difícil. Su trabajo en vida distaba mucho de eso y esperaba que al menos, la chiquilla tuviera un poco más de cerebro que solo lanzarse estúpidamente al mar y ahogarse. La razón era bastante obvia: otros participantes del conflicto no tendrían tanta dificultad para eliminarlos si iban a ciegas, no se tenía que ser un súper-estratega inglés como para determinar algo tan simple.

Si tuviera que opinar, la mejor opción era tantear el terreno y medir que tanto podía y no podía hacer la pelinegra.

-A ver Baskavil, ¿cuáles son tus capacidades como magus? Exactamente… ¿cuál es el rango de tus capacidades?- Inquirió el rubio entrecerrando los ojos y abultando sus labios en un gesto de ligero desdén e incredulidad, al tiempo que tomaba otro pedazo de pavo y lo mordía. Sinceramente había mucho que arreglar antes de pensar en entrar al campo de batalla.

por Eiri Baskerville Mar Sep 18, 2012 9:31 pm

Después de todo no se trataba de un compañero de juegos, sabía de antemano que el principal objetivo de un Servant era conseguir a cualquier costo el Santo Grial con la oportunidad de redimir su propia vida por un deseo. Quizá y solo por ello no debería ser considerada como una Master puesto que sus intereses solo se disfrazaban por el anhelo de hacer realidad su nombre ante los demás magos, pero su propia meta aun se tintaba difusa en el horizonte.

El silencio por parte de esos entes se propició, inmóviles podían dejar entrever los confusos sentimientos sobre la pelinegra en aquellos instantes. Tomando la servilleta en su mano observó la silueta de su mano, si deseaba formar parte de una guerra lo haría bajo sus propias reglas.

Puede que no tenga la suficiente experiencia como Master, realmente mi objetivo no lo tengo seguro más.. -inclinando su cabeza hacia atrás su sonrisa se delineaba, los mechones desordenados caían sobre su mirada ocultando la demencia que auguraba su perdición.- puedo asegurarte que soy la más fuerte de todos los de clase magus que puedas imaginar.. y si se trata de mis capacidades, entonces deberás saber que..

Chasqueando sus dedos las figuras femeninas de esos demonios se vieron alteradas en exactamente siete estacas, mientras tanto la que ostentaba el liderazgo tomo su sitio residiendo en el interior de su creadora aguardando para ejecutar cualquier comando que requiriera Baskerville. Cada daga se lanzaba alrededor del rubio rodeándolo, formando un torbellino inalterable de objetos que amenazaban su existencia.

Eiri se levantaba de la silla con gracia difuminándose su sonrisa, era de creer que ese tipo de cosas se explicaban mejor con la experimentación de la carne propia para mejores resultados.

Cada estaca representa a un demonio, dicho demonio representa la debilidad terrenal o trascendental del cuerpo y alma.. dime Berseker.. ¿Qué demonio debería elegir para probar esta teoría?

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