Jason, The Argonaut

por **Jason** Lun Feb 20, 2012 3:43 am

»Nombre«

Jason

»Edad«

Aparenta estar cerca de los 30 años

»Grupo«

Servant

»Clase«

Rider

»Origen de la Leyenda«

Mitología Griega / Universo Alterno

»Divinidad«

1/8 de sangre divina

»Alineamiento«

Caótico Neutral

»Descripción Psicológica«

Su manera de actuar es siguiendo a su corazón y a sus mismos instintos, no se deja guiar por si sus acciones pueden considerarse buenas o malas, únicamente se preocupa por su bienestar y el de las personas más cercanas a ella. No es una persona que hable mucho a menos que necesite expulsar lo que guarda dentro de sí misma, aventura y apasionada en lo que hace, podría parecer que tiene una personalidad traicionera y lo es, a menos que la persona le importe demasiado, entonces se negaría a traicionarla por más riesgo que haya el no hacerlo. Seria en actitud y piensa antes de actuar en lo que le es conveniente, odia cometer pasos en falso, y es hasta cierto punto, egoísta. Puede aparentar ser una persona que le gusta el buen vivir y estar tras romance o romance pero es todo lo contrario, no gusta ir más allá del vino para festejar y no se fijaría en nadie más que en Medea en cuestiones amorosas.

Jason también guarda un arrepentimiento que le impide actuar en cierto ocasiones, en especial cuando se trata del sentimiento amor, pues ella misma se traicionó al no haber avisado al gran amor de su vida que la protegería del rey que quería sacarlo del país, su más grande error y su recuerdo más doloroso sería ese y fue lo que la llevo al suicidio. Este es el único arrepentimiento que aún la atormenta y lo que la hace, hasta cierto punto una persona cerrada en actitud, además de que su único deseo es ver al amor de su vida y pedirle perdón para vivir felices hasta el fin de su mortal vida.

»Descripción Física«

» Una mujer cuyo calzado sea el de una sola sandalia será la que pondrá en peligro tu trono «

Aquellas palabras de advertencia a Pelias por parte del oráculo fueron las que marcaron a la muchacha en parte de su vida. Esón temeroso de lo que Pelias pudiese hacerle a su hija, la mando a ser educada con el centauro Quirón, el famoso entrenador de héroes pero con el fin de mantener su seguridad, se le hizo pasar por un hombre de finos rasgos, hasta que tras ella ir a Yolco y ser reconocida como la mujer destinada al reinado, recupero la apariencia femenina, con la que se materializa en la guerra del Santo Grial. Una mujer alta y delgada, algo voluptuosa en su pecho, su piel posee un color trigueño gracias a las horas que paso en el Sol entrenando con el centauro Quirón pero aquella no le quita su suavidad y mucho menos la falta de imperfecciones de su cara o cuerpo más allá de cicatrices ocultas en su ropa; sus ojos poseen un color azul oscuro, tan profundo como los océanos que surcó en busca del vellocino dorado; su cabellera es de color café oscuro, un tanto despeinada y ondulada por las puntas, no muy larga pero tampoco tan corta y sus cejas, del mismo color, dan a sus ojos el encuadre serio. Por último, en cuánto a su vestimenta prefiere por mucho ir cómoda a verse elegante.

»Habilidades Innatas«

Fuerza Monstruosa.

Una habilidad común en bestias y demonios, los cuales gozan de una fuerza increíble por un periodo de tiempo.

Efecto: La fuerza del Servant aumenta en un rango durante 3 turnos tras lo cual es necesario esperar 2 turnos mas antes de poder reactivar la habilidad.

Relación: Cuando Jason y sus argonautas estaban en Cólquida, ella conoció a Medea, un hechicero de gran poder y ambos cayeron enamorados uno del otro. Por consejo de su hermana, Medea ofreció a Jason pociones, las que le brindaron una fuerza sobrenatural capaz de someter a los bueyes y uncirlos al arado que custiodiaban el vellocino dorado.

Inspiracion divina

Ojo de la mente (Falso)

La capacidad de sobreponerse mediante un "sexto sentido".

Efecto: El talento innato para detectar y evadir el peligro basado en la intuición, también se le suele conocer como "Sexto Sentido", adquirido a través de ayuda divina. Difiere en el ojo de la mente (Verdadero) ya que es un talento "natural" y no "predicciones aumentadas por experiencia". Solo se puede esquivar 2 veces con ayuda del sexto sentido.

Relación: Jason siempre contó con a ayuda de los dioses en su vida, desde la inspiración de Hera para sugerir ir por el vellocino dorado y lograr conocer a Medea, hasta nuevamente la intervención de Hera para que Pelias muriera a manos de sus propias hijas. En resumen, los dioses siempre aconsejaban y ayudaban a Jason a lo largo de su viaje y en las distintas pruebas que se le presentaron para que saliera con vida de ellas.

»Armas«

Doru: Mide aproximadamente 2.7 metros de longitud. Una lanza demasiada pesada para ser arrojada como jabalina pero eso no le quita lo aerodinámica. Compuesta por una pértiga de metal (bronce) de dos metros y medio de largo que remata en una fina punta afilada en un extremo y un contrapeso en el otro, también tiene una punta para rematar al enemigo caído en el suelo.
Xiphos: Tiene una hoja hecha de bronce de un largo de 60 centímetros. Es una espada corta de doble filo y es debido a su forma que permite cortar y clavar, lo suficientemente resistente para aguantar golpes de otra espada, se usa para efectuar un combate a corta distancia. Se cuelga del lado izquierdo en un tahalí.
Aspis: Escudo realizado con metales y formado por una armazón de madera abombada en dos lóbulos superpuestos, dándole vagamente una forma de ocho sobe la que son cocidas pieles de bueyes. También tiene cuero tensado y sacado, lo que le da la propiedad de ser más resistente a la penetración de objetos tales como flechas e incluso lanzas. Se suspendía en la espalda por un télamon, una correa de cuero que ayudaba a dejar las manos libres. Situada delante durante el enfrentamiento, el escudo se podía echar de nuevo hacia la espalda en caso de desplazamiento.
Armadura: Compuesta por un casco tracio, con una visera en el frente que además protegía toda la cara. Una lintorax un modelo de coraza que otorgaba más flexibilidad, comodidad y ligereza que la coraza de bronce, hecho de varias capas de lino, aproximadamente 20 capas y endurecidas con sal y vinagre. Fue reforzada con escamas de bronce no superpuestas cosidas al linotorax para dar mayor protección a ataques punzantes, estás escamas también están presentes en la cintura y en las hombreras. En la nuca, tenía un saliente que se prolongaba para otorgar mayor protección a esa parte del cuerpo y de la cintura colgaban dos capas de tiras superpuestas encima de otras de manera que no dejaban huecos entre sí, protegiendo así el bajo vientre y muslos sin restar su movilidad. Sus piernas están protegidas por grebas que eran realizadas a partir de hojas de bronce martilleadas y eventualmente decoradas, cubrían el conjunto de la parte inferior de las piernas, desde la articulación del tobillo hasta debajo de las rodillas, gracias a la elasticidad del metal se mantenían en su sitio alrededor de las pantorillas y no necesitaban correas para fijarse.

»Historia«

Hija de Polimele y Esón, rey de Yolco, hasta que su propio hermano, Pelias, lo destronó.

Un día que Pelias, tío de Jason, fue a consultar sobre su futuro, fue advertido por el oráculo de que tuviera cuidado con una mujer calzada con una sola sandalia, porque pondría en peligro su trono.

Gracias a eso, Esón fue metido en prisión y Jason fue educada por el centauro Quirón y tuvo que aparentar ser hombre hasta que fue adulta. Cuando cumplió los veinte años, se dirigió a Yolco dispuesta a recuperar el trono que por herencia le pertenecía. Vestía de manera extraña, cubierta con una piel de pantera, con una lanza en cada mano y con el pie izquierdo descalzo, porque había perdido una sandalia cruzando un río. Con esta indumentaria se presentó en la plaza pública de Yolco en el momento en que su tío Pelias se disponía a celebrar un sacrificio. Pelias no lo reconoció, pero sintió miedo por la extranjera descalza. Jason permaneció con su padre Esón cinco días y al sexto se presentó a Pelias y le reclamó el trono que legítimamente le pertenecía. Pelias decidió alejarla de su tierra.

»¿Qué castigo impondrías a un individuo que conspirase contra su rey?»

Inspirada por Hera, la muchacha respondió «Lo enviaría a conquistar el vellocino de oro»

Una difícil misión, lo que Pelias necesitaba para enviar lejos a la que amenazaba su trono: viajar hasta la Cólquida (al pie del Cáucaso), y traer de allí el vellocino de oro, la piel de un carnero fabuloso que había salvado la vida a Frixo, antepasado de Pelias, y lo había trasladado a la Cólquida. Allí Frixo ofreció en sacrificio a Zeus este carnero y luego regaló la piel del animal, que era de oro, al rey Eetes. Éste lo consagró a Ares y lo depositó en un árbol custodiado por dos toros que arrojaban fuego por la boca y una serpiente que nunca dormía.

Solicitó entonces la ayuda de Argos, hijo de Frixo, y, por consejo de Atenea, construyó la nave Argo, que había de conducirlo a la Cólquide, acompañado de un grupo de héroes griegos cuyo número era 69, que tomaron el nombre de Argonautas (marineros de Argo). Reunidos pues los Argonautas, se hicieron a la mar en dirección a la Cólquida.

No mucho después llegaron a la isla de Lemnos, donde sólo habitaban mujeres. La reina, Hipsípila, que se enamoró de Jasón, le contó que las mujeres de la isla habían sido castigadas por la diosa Afrodita, al no rendirle culto, impregnándolas de un olor tan desagradable que los hombres las habían rechazado, uniéndose con mujeres de las islas vecinas. En venganza, las lemnias mataron a los hombres de la isla. Los Argonautas permanecieron en la isla un tiempo, se unieron amorosamente a ellas y luego se marcharon.

Después de pasar por algunos países, llegaron a Salmideso donde encontraron a Fineo, ciego y adivino, al que los Argonautas ayudaron a deshacerse de las Harpías, monstruos voladores con rostro de mujer, garras y alas, que, cumpliendo un castigo impuesto por los dioses, impedían que Fineo pudiera alimentarse.

Fineo, en agradecimiento, informó a los Argonautas sobre el camino a seguir hasta la Cólquida y además les dijo cómo podían superar el peligro que les esperaba al llegar a las Rocas Azules, dos enormes peñascos flotantes en continuo movimiento que chocaban entre sí aplastando a todos los que pretendían pasar entre ellas.

Superado este obstáculo, llegaron a la Cólquida. Jason anunció a su rey, Eetes, su propósito. Éste le dijo que le dejaría llevarse el vellocino de oro si antes conseguía uncir a los dos toros que lo custodiaban, arar un campo con ellos, arrojar sobre los surcos unos dientes que había entregado Atenea al rey y luego vencer a la serpiente que nunca dormía y que permanecía al pie del árbol donde se hallaba el vellocino. Medea, el hijo del rey Eetes, que era hechicero, se enamoró apasionadamente de Jason y ayudó a ésta a llevar a buen término su hazaña (previo compromiso de Jason de llevarlo consigo a Yolcos), poniendo en práctica su brujería.

Aconsejada por su hermana, cuyos hijos había salvado Jason de perecer en la isla de los pájaros, Medea visitó esa misma noche la tienda de Jason y le proporcionó pociones, ungüentos mágicos e instrucciones precisas para lograrlo. Invulnerable al fuego y poseedor de una fuerza sobrenatural pudo el héroe someter a los bueyes y uncirlos al arado, roturando a continuación la porción de tierra acordada. Después, tras arrojar los dientes en los surcos, se retiró a observar cómo de cada diente surgía un soldado esqueleto: los hombres sembrados, fuertemente armados. Tras esperar con paciencia a que se desarrollasen completamente un gran número de ellos, y siguiendo los consejos de Medea, arrojó una enorme piedra entre los soldados y éstos, que no sabían quién la había arrojado, lucharon encarnizadamente entre sí por hacerse con ella hasta la muerte. Finalmente, aún bajo los efectos de las pociones mágicas de Medea, Jason acabó con los que quedaron en pie.

Tras salir airosa de esta prueba, Eetes se enojó sobremanera y se negó a cumplir su parte del trato. Guiados entonces por Medea los argonautas llegaron al bosque donde se escondía el Vellocino de Oro, donde Medea exhortó a los presentes a evitar ser hipnotizados no mirando a los ojos a su guardián, una serpiente enorme que jamás dormía. Ayudado de unas hierbas especiales y sus propios poderes hipnóticos Medea logró dormirla permitiendo así que Jason cogiera el preciado trofeo y pudieran todos regresar con ella a su patria.

La expedición de los argonautas partió entonces con la compañía de Medea ya que, sabedor de que su traición nunca sería perdonado y enamorado perdidamente de Jason, había logrado poder huir con la expedición a cambio de sus servicios. Jason no solo había accedido sino que prometió hacerse su esposa, jurándole que le sería siempre fiel. Y huyó con sus hombres, con Medea y con el hermano de ésta, Apsirto, en su embarcación.

Los hombres de Eetes persiguieron a la nave y Medea mató a su hermano, que era un niño, lo despedazó y lo arrojó al mar. El rey Eetes recogió los restos de su hijo y perdió de vista a los Argonautas.

Una vez purificados ante los dioses por Circe del crimen de Apsirto, en su morada de la isla Eea, los argonautas fueron interceptados por los colcos que les perseguían en Córcira (Corfú), donde se encontraban los héroes bajo la protección del Rey Alcinoo. Éste, tras discurrir una solución, decide entregar a Jason a los perseguidores sólo si conserva su doncellez, lo que le comunica en la intimidad de la alcoba a su esposa la reina Arete la noche previa al dictamen. Arete, cautivada por el encanto de Jason, da aviso de ello a los argonautas, que esa misma noche, en la cueva de Macris y sobre el propio vellocino, consumaron su matrimonio. De esta forma al día siguiente, cuando Alcinoo emitió su sentencia, los colcos no pudieron cumplir las órdenes de Eetes y frustrados se establecieron en la zona, temerosos de su venganza si volvían a la Cólquida a comunicarle la noticia.

Cuando los argonautas llegaron a Creta después de esperar a que Circe purificara a Medea por el asesinato de Apsirto y de atravesar el estrecho de Escila y Caribdis y sobrepasar los dominios de las sirenas, les fue imposible tomar tierra, pues la isla estaba custodiada por Talos, el gigante de bronce. Talos tenía una única vena que le llegaba desde el cuello al tobillo y que estaba rematada en un clavo que evitaba que se le saliese la sangre. Medea hizo beber al gigante una poción prometiéndole que le haría inmortal, pero que en realidad era un potente somnífero. Después le sacó el clavo y dejó que se desangrara, pudiendo así arribar a Creta.

Finalmente, estando ya cerca de su destino Yolco, unos vientos arrastraron al Argo hasta Libia, donde tras sufrir nuevas penalidades encontraron la fuente que Heracles hizo brotar de una patada cuando pasó por allí camino de completar una de sus tareas. Sólo gracias a Tritón, que arrastró la nave a mar abierto, pudieron al fin seguir su camino.

Mientras Jason buscaba el vellocino de oro, Hera seguía maquinando su forma de vengarse del rey Pelias, al que odiaba profundamente. Utilizó artimañas para hacerle enamorarse de Medea, pues la diosa pensaba que ese terrible hombre lo acabaría matando tarde o temprano. Cuando Jason y Medea llegaron a Yolcos, Pelias se negó a entregarle el trono, a pesar de que habían traído el vellocino. Medea conspiró entonces para que fueran las propias hijas de Pelias las que acabasen con él: caracterizado como una anciana sacerdotisa hiperbórea de la diosa Artemisa les demostró que se podía rejuvenecer a un anciano troceando a Esón (el padre de Jasón) e hirviendo los pedazos en un caldero. Al instante un Esón rejuvenecido saltó de él. Pero cuando las hijas de Pelias, exceptuando la menor de ellas, con la mejor intención, hicieron lo mismo con su padre, éste no sobrevivió.

A pesar de haberse librado ya de Pelías, los habitantes de Yolco aborrecieron el magnicidio y Jason y Medea se vieron obligados a dejar Yolco partiendo hacia Corinto, llamados por los habitantes de esta ciudad sobre la que Medea pretendía tener derechos al trono. Allí Jason acordó con el rey Creonte abandonar a Medea, si prometia que esta no será expulsada de Corinto, ya que esas eran las intenciones del monarca para que Jason se uniera a su hija la princesa Glauca. Medea entonces, arrastrada por los celos, envió a Glauca como regalo de bodas un manto de irresistible belleza. Cuando Glauca lo recibió de manos de la sirvienta de Medea se lo puso de inmediato, liberando la magia contenida en él que la convirtió en una tea llameante. Las llamas la consumieron totalmente a ella y a su padre, Creonte, que se abalanzó sobre ella con intención de salvarla. A continuación, y para hacer el máximo daño a Jason, Medea mató a los dos hijos que habían tenido en común.

Los habitantes de Corinto, bien en venganza por la muerte de Creonte o bien decepcionados por el comportamiento de Medea, la apedrearon en el templo de Hera y la obligaron a abandonar la ciudad en el carro de serpientes aladas que le había regalado su abuelo Helios.

Tras esto, Jason regresó a Yolco en el marco de una expedición de castigo junto con Peleo y los Dióscuros contra el rey Acasto y su esposa. Saquearon la ciudad y Jason ocupó el trono. Finalmente, Jason cometió suicidio al enterarse de la tragedia que su anterior pareja había causado.

»Noble Phantasm«

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»Montura«

Argo

También conocido como "Ἀργώ" dentro de la mitología griega. Fue la nave que Jason y sus argonautas usaron para navegar desde Yolco hasta Cólquida en busca del vellón del carnero Crisomallo, conocido también como el Vellón de oro. Fue construido por Argos, lo que le dio el nombre al barco y posteriormente a su tripulación; al ser construido por la madera del roble procedente del oráculo de Dodona adquirió los poderes de habla, la profecía y el vuelo, además de contar con la bendición de la diosa Hera.

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