Invocando a la princesa

por **Takeshi Yamamoto** Dom Mayo 08, 2011 4:00 am

Un cielo totalmente despejado dejaba libre la apreciación de las más hermosas constelaciones en aquella noche perfecta, perfecta para el paso final que convertiría a un joven en el sucesor oficial de la dinastía Yamamoto, el sonido de aquel lago artificial que fluía con serenidad y constancia parecía ser el único en todo la residencia la cual estaba totalmente a oscuras; ninguna luz se hacía visible desde afuera y parecía no haber nadie en ese momento, nadie a excepción de un chico en el jardín, estaba parado frente a una enorme roca incrustada en el suelo que parecía llevar allí centenares de años y a su vez estaba rodeada por algunos amuletos, según las creencias propias de su familia esa roca sellaba una poderosa magia de protección para la residencia Yamamoto y las almas de sus miembros en sí.
Ese era el lugar perfecto, así lo había pensado y allí había decidido dar el paso final para ser un mago y un master – Es hora de poner en practica lo que me has enseñado abuelo – dijo el joven mientras dibujaba un extraño pentagrama en el suelo frente a la gran roca mística, muchos acontecimientos extraños en la ciudad le hacían pensar que la guerra por el Santo Grial había comenzado y como se lo había platicado su abuelo, en él recaía la responsabilidad de ser participante en representación de toda su familia, debía invocar un héroe de la antigüedad y junto a él vencer a los demás participantes. Para Takeshi el significado del Santo Grial era mucho mas simple, un simple trofeo que representaba el honor de su familia y por lo tanto, un premio que debía conseguir si o sí aunque no tuviese un deseo propio que pedir.
Así, con el circulo terminado en el suelo, Takeshi tomó un colgante de Oricalco sujeto con una cadena y lo puso en el centro, desenfundó la reliquia familiar que le había sido encomendada hace poco y con ella hizo un leve corte en su muñeca derecha dejando caer unas gotas de sangre sobre el colgante, echo aquello retrocedió unos cuantos pasos y unas primeras gotas de lluvia cayeron justo sobre el colgante bañado ahora por sangre y agua. Takeshi levanto su espada hacia el frente en forma horizontal sujetándola con su diestra y reposando su siniestra en la parte del filo, cerrando sus ojos comenzó a recitar una palabras – El oricalco representa tu poder, la sangre es símbolo de tu gran sacrificio y el agua la pureza que baña tu alma – dichas aquellas palabras el circulo mágico previamente dibujado comenzó a brillar de forma progresiva mientras las ropas de Takeshi parecían moverse por una repentina corriente de aire – Héroe cercano a los dioses, héroe de gran poder y conocimiento, magnífica sea tu presencia ante este ser que ahora te invoca para ser su guardián en esta guerra, si oyes mi voz, acepta mi llamado – la luz iba en aumento conforme las palabras aumentaban en tono, al mismo tiempo el cielo parecía tapar aquellas estrellas con oscuras nubes, cuando el rezo terminó un gran pilar de luz conecto el cielo y la tierra contorneando el circulo mágico previamente dibujado. El gran destello cegó por unos momentos a Takeshi pero esperaba que la invocación hubiera tenido éxito y ansiaba ver al héroe que había respondido su llamado, para entonces la lluvia que se venía anunciando terminó por cumplirse y las gotas comenzaron a caer en el lugar regando los jardines…

por **Andrómeda** Mar Mayo 10, 2011 9:41 pm

El trono de los héroes, al parecer el paraíso entre aquellos que hicieron el bien entre las personas, un lugar donde mi alma se encontraba. El sacrificio por mi pueblo me había llevado a ese sagrado lugar pero sabía que tarde o temprano, podía ser llamada por alguien de noble corazón para ganar el Santo Grial, y nuevamente me sacrificaría por el bien de alguien.

El momento llegó, una luz arrastraba mi cuerpo hacia otro lugar, no puse resistencia, al contrario, me dejaba llevar por la luz; las memorias de mi vida regresaron como flashes a mi mente, el sacrificio, Perseo, mi boda con él e incluso nuestros hijos, por un momento desee poder volver a tocar, sin embargo, tan pronto estire mi mano o eso me pareció hacer, las imágenes cesaron. Información sobre la guerra entro en mi mente, los tipos de clases, lo que debía hacer - Acepto protegerle y ayudarle - Susurré en medio de la luz.

Fue cuestión de segundos para que mis pies descalzos tocaran el suelo, las cadenas produjeron un golpe seco al golpear el pasto; la lluvia fría mojo mi cuerpo en cuánto mi invocación estuvo completa, el escalofrío recorrió mi cuerpo - ¿Master? - Mi suave voz rompió el silencio entre nosotros, lo miraba con curiosidad - Mi nombre es Andrómeda, será un placer servirle - Sonreí a la vez que mis mejillas mostraban un leve rubor a consecuencia de mi timidez.

por **Takeshi Yamamoto** Mar Mayo 10, 2011 10:12 pm

La intensa luz obligaba a Takeshi a cubrir ligeramente sus ojos con su brazo sin poder ver con claridad la apariencia del héroe que había invocado, pero si logró escuchar una voz tras de la luz – ¿Una mujer? –fue lo primero que llegó a su mente y cuando aquella cegadora luz se extinguió, logró ver por primera vez el rostro de la que sería a partir de ahora su servant.
Se había presentado como Andrómeda, - ¿La princesa? – pregunto con asombro casi al instante pero ya conociendo la respuesta, muchos conocían la historia de aquella princesa que fue ofrecida para liberar a su pueblo por una imprudencia de su madre – Pero al parecer no exageró al decir que tu belleza se compara a la de la misma afrodita jeje – sonrió sutilmente mientras envainaba aquella espada y la acomodaba en su cintura acercándose a ella y extendiendo su mano para saludarla mientras con la otra refregaba su nuca con un poco de pena y sonrojo al pensar que tenía alguien de la realeza en frente suyo – Mucho gusto princesa… mi nombre es Takeshi… y yo fui quien te invocó – dijo aun sonriendo mientras la lluvia de extraña forma comenzaba a disiparse – No creo que sea muy conveniente que vuelvas a mencionar tu nombre real a partir de ahora – agregó con algo mas de confianza.

por **Andrómeda** Jue Mayo 12, 2011 5:36 pm

Mi corazón se aceleró un poco - Si, la princesa - Sonreí con timidez, sintiendo como mis mejillas se cubrían de un rojo intenso - Por favor no diga eso, la señorita Afrodita no tiene igual - Desvié mi mirada de mi master. Me sentía halagada por sus palabra, tenía miedo de volver a sentir la ira de los dioses y esta vez Perseo no me salvaría - Takeshi.. - Sonreí - Bonito nombre - Aún no me atrevía a mirar a mi master, miraba el piso mientras mis pies descalzos hacían un extraño movimiento circular.

Reí con ciertos nervios - Puedes llamarme Rider o simplemente servant - Detuve mi pies - Pero entre nosotros puedo seguir siendo Andrómeda si usted lo desea - Finalmente alce mi cara, regalandole una sonrisa - ¿Tiene alguna orden, master? Algo que deba responder o saber - No borré la sonrisa de mi rostro y estaba segura que aún se podía notar un sutil sonrojo, oculte las cadenas de su vista.

por **Takeshi Yamamoto** Jue Mayo 12, 2011 7:05 pm

Sus actitudes denotaban un poco la timidez de la chica, o eso hacía pensar al joven master quién también estaba un tanto confundido, la apariencia inocente de la chica le hacía pensar en si podría batallar al nivel de los otros servants, en ese momento cuando ella detuvo el juego con sus pies y alzó por fin la mirada dedicándole una sonrisa, Takeshí no pudo evitar sonrojarse, pero lo ocultó rápidamente poniéndose de espalda y caminando hacia dentro de la residencia – Antes que nada… vamos adentro – dijo con algo de nerviosismo sin darse la vuelta e intentaba mantenerse tranquilo, así se dirigió a la sala principal esperando que Andrómeda le siguiera.
Ya dentro de la sala de aquella gran mansión adornada al estilo clásico japonés, el master le indicó un cojín a la muchacha para que se pusiera cómoda, mientras él iba a otra habitación y sin demorar mucho volvió con unas toallas limpias, ya estaba mas tranquilo y ahora quería conocer más sobre la princesa que lucharía junto a él – No se si los espíritus heroicos pueden enfermarse, pero es mejor prevenirse – dijo a modo de broma con una leve risa para intentar que entrara en confianza, mientras le pasaba un par de toallas para que se secara y luego él pudiese sentarse frente a ella en el otro cojín.
En ese momento Takeshi estaba sentado con sus piernas flexionadas y sus pies juntos, en silencio con una gran sonrisa observaba fijamente a Andrómeda, con una mirada inocente y fascinada, estaba algo emocionado y curioso, después de todo, era el primer espíritu heroico que veía en toda su vida y no podía dejar de pensar en ella como algo fantástico y único – Imagino que estás al tanto de la guerra por el Grial ¿verdad?... ¿Tienes algún objetivo o deseo especial que desees cumplir? – preguntó mirando fijamente a sus ojos sin dejar de sonreír – Yo particularmente... solo deseo ganar por el honor de mi familia, así que el premio es totalmente tuyo – dijo muy entusiasmado y confiado en sus propias palabras.

por **Andrómeda** Dom Mayo 22, 2011 11:55 pm

Seguí a mi master, teniendo cuidado de no pisar ninguna flor o algún ser vivo en aquel jardín. El lugar me parecía hermoso y único, tanto que hubiera deseado verlo muchas más veces, no era algo típico en la antigua grecia, es más, ni siquiera había algo parecido a ese hermoso jardín en mi pueblo natal. Toda mi vida se redujo al castillo, como toda buena princesa la única vez que pude apreciar la vida por fuera era cuando estuve atada a esa roca.

Dentro de la mansión deje de pensar en eso y quede admirada por la belleza del lugar – N-no, podría mojarlo – Murmuré apenada dirigiendo la vista al cojín. Espere de pie mientras mi master regresaba, solte un suspiro y volví a mover mis pies en señal de nerviosismo. Tome la toalla con un poco de pena, soltando una pequeña carcajada ante su broma – Muchas gracias…por la toalla – Sonreí para después envolverme en ella.

Me senté en el cojín, mirando curiosa a mi master, mi postura era recta, sin abrir las piernas, tal y como me lo habían enseñado en vida – Si, estoy enterada – Me quede pensando ante mi deseo, ahora que lo veía de esa forma, nada en especial me movía para pelear, más que el hecho de proteger a mi master – Si soy sincera, no se que pedir si ganaramos – Sonreí dulcemente hacia mi master y tome su mano – Pero ganaremos – Solte sus manos con bastante pena – Lo siento, master – Mi rostro se sonrojo sutilmente – ¿Tiene alguna orden para mi? Podría preparle su cena o, deberíamos recorrer la ciudad e incluso, solamente dormir – Reí un poco nerviosa ante la situación – Solo ordeneme –

por **Takeshi Yamamoto** Mar Mayo 24, 2011 3:22 am

Luego de expresar su deseo por ganar la guerra del grial y explicar su objetivo, el chico comenzó a secarse la cabeza con la toalla y al quitársela su cabello había quedado algo desarreglado por el secado, en realidad no se notaba mucho ya que siempre lo llevaba de esa forma, en ese momento notó la postura recta de la princesa mientras que él se sentaba con mas naturalidad y despreocupación, pero esa era su forma de ser y entendía la educación de su servant a la perfección. Takeshi simplemente se quedó mirando a Andrómeda fijamente mientras sonreía y esperaba la respuesta de la joven, al parecer ella tampoco tenía un deseo en concreto pero si parecía tener una fuerte voluntad de lucha – Claro que sí – respondió con entusiasmo cuando de repente sintió sus manos sobre la suya, esto tomó por sorpresa al joven master quién grabó en ese mismo instante el recuerdo de aquella sensación suave sobre su mano. Solo había sido un segundo pero de alguna forma le había sorprendido y le había puesto algo nervioso – N-no te preocupes – dijo intentando salir de aquel nerviosismo suyo, para luego retomar esa actitud alegre y confiada – Antes que nada, soy demasiado joven para que me trates de usted, por favor dime simplemente Takeshi… ¿si? – dicho aquello sonrió gentilmente para que Andrómeda tuviese la confianza de llamarlo por su nombre en lugar de decirle master – Segundo… no necesitas hacer nada como eso, en esta casa hay personas que se encargan de la limpieza la comida y las compras… aunque… - el chico se puso un tanto pensativo, parecía ser que había recordado algo importante - …ahora que lo recuerdo, les eh dado el día libre a todos para poder hacer la invocación con tranquilidad y no volverán hasta mañana jajaja – dijo riéndose de si mismo por haber olvidado ese detalle, en ese momento su estomago sonó levemente a causa del hambre haciendo que Takeshi se sonrojara y parara de reírse por un segundo para luego mirar a Andrómeda algo sonrojado y luego seguir riéndose aún mas de si mismo– Jajaja… parece que si tengo un poco de hambre después de todo - dijo riendo mientras ponía su mano derecha en suestomago y bajaba la mirada - ¿Sabes cocinar? ¿Quieres preparar algo o prefieres que salgamos a buscar algún lugar para cenar?... Decide con confianza, cualquiera me parece bien - subió la mirada y se quedó observando un momento a los ojos de Andrómeda con una sonrisa amable mientras epseraba su respuesta

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